Sign up to see more
SignupAlready a member?
LoginBy continuing, you agree to Sociomix's Terms of Service, Privacy Policy
By continuing, you agree to Sociomix's Terms of Service, Privacy Policy
La investigación de la verdad es, en un sentido, difícil y, en otro, fácil. Prueba de ello es que nadie es capaz de alcanzar la verdad de manera suficiente y, por otra parte, nadie fracasa por completo, sino que todos dicen algo verdadero sobre la naturaleza de todas las cosas y, aunque individualmente contribuyen poco o nada a la verdad, mediante la unión de todos se acumula una cantidad considerable.
Aristóteles
Es imposible que haya una demostración de absolutamente todo; [pues entonces] habría una regresión infinita de modo que todavía no habría demostración.
Aristóteles
Existencia significa, típicamente, ser existente. Con la sensibilidad histórica, existencia significa ser en un sentido amplio de historia, momentos actuales y futuro. La cualidad de "ser" parece ser el acto de existir.
El dominio del discurso razonable parece dividido entre lo evidente y lo autoevidente en la existencia. Evidente, en este marco, significa el continuo sensorial de la experiencia y su continuo ampliado en mecanismos y metodologías empiristas formalizados.
Lo evidente como un ser que sabe y sabe que sabe; no hay salida: existencia, luego evidencia y luego evidencia. De esto se derivan poderosas derivaciones. Un universo objeto – dinámico – desarrolla una estación separada en el proceso de cambio evolutivo con un sujeto emergente en él.
Poco a poco, las subjetividades van surgiendo del universo, como parte de la naturaleza de la naturaleza. Es una peculiar casualidad de la estructura ordinaria de la realidad. Un universo de objetos produce independencia mental en sí mismo, como tal. Esto hace de la metafísica un tema inútil.
Donde la metafísica complica innecesariamente el estudio de este marco operativo. El mundo se vuelve existente, ontología, y cognoscible hasta cierto punto, epistemología, pero integrado en sí mismo y por sí mismo, vaciando la metafísica, porque el conocimiento de la estructura de la realidad requiere de la realidad. Esto es así a priori con una mente evolucionada/construida con la capacidad de conocer hasta tal grado o a posteriori a través del estudio de la realidad material.
El saber no puede disociarse de lo conocido porque el conocimiento existe como propiedad de un ser capaz de conocer, que existe en lo existente o conocido, lo conocido potencialmente y lo desconocido. Sin embargo, el concepto de “propiedad” tiene poco sentido con la demarcación, la línea, trazada por un observador. Solo existe la existencia, y las propiedades, las inherencias de un objeto o proceso, se derivan de ella, mientras que la existencia sigue siendo el estado fundamental y lo autoevidente hace las distinciones.
Lo evidente formaría la base de lo segundo (a priori) y lo evidente por sí mismo, lo primero (a posteriori). De esta manera, llegamos a la ontología y la epistemología como un circuito integrado y a la metafísica como un todo discutible. Otro campo que se ocupa de los valores es la axiología.
La axiología es mera en la medida en que los valores sostenidos por tales mentes evolucionaron o se construyeron dentro del universo. Son tautológicamente necesarios para la supervivencia, por lo que son suficientes, además de cierto margen para la variación (buena o mala) para una mayor supervivencia. La falta de valor es la moneda del universo, mientras que los valores se producen internamente en él: falta de valor global y valor localizado.
Es similar a la metafísica, que carece de lugar. No está cayendo sobre el universo un lenguaje de orden superior. El universo integra su funcionalidad en sí mismo, mientras que las criaturas evolucionadas parecen haber derivado algunas verdades sobre él, confundiendo el uso de símbolos con alguna ley derivada externamente (lo que conduce a una regresión infinita o a meros juegos de definiciones para cerrar la brecha).
Esto no requiere una unicidad de la realidad, sino que se ve asistido por una aparente unicidad de la misma. Supóngase como tal que las leyes físicas parecen representarla: trabajo, un replanteamiento con mera axiología, epistemología y ontología, y además constreñido. Lo evidente requiere la existencia y lo autoevidente implica existencia. La naturaleza de la evidencia aquí significa los sentidos, de orden inferior y de orden superior, y las herramientas y tipos para extenderlos.
Aquellos capaces de traducir hacia atrás, a la mente del ser que sabe y sabe que sabe. Sin esta traducibilidad, toda la búsqueda del conocimiento sigue siendo interna. Como se ha señalado en otras obras, la existencia parece estadísticamente más probable –mucho más probable– que la no existencia. En esto llegamos a otra profundidad.
Un argumento simple a favor de la inevitabilidad estadística de la existencia sobre la no existencia, de modo que la naturaleza de la realidad es existir en lugar de no existir. El universo objeto con aparente unicidad en todos sus fundamentos se convierte en una afirmación ampliada de primeros principios sin la coherencia necesaria, sin el mapeo completo del universo. Esto significa un sustituto conveniente para toda la ciencia.
“Funciona” no significa verdad, sino verdad funcional, factualidad operativa. Las estructuras y los procesos se conocen mejor que antes. Este conocimiento proviene del interior del sistema, no del exterior, anulando una vez más la metafísica.
Lo que ocurre en este contexto es que tenemos la existencia marchando alegremente con su probabilidad estadística de existir o no, y luego la separación con la evolución técnica de procesadores de información complejos, interconectados e integrados, capaces de saber, en un nivel básico, y de saber que saben, en un nivel avanzado, sin límite superior conocido para esto último.
Lo evidente surge de la existencia en forma de conciencia, no de un proceso o fenómeno mágico-místico, sino de una maestría técnica para mapear el mundo en un sistema interno al universo como un suceso natural. Aquí entra en juego una sensibilidad de recursión.
Además, el sistema sensorial incorporado a un organismo de este tipo implica que la conciencia desarrolla grados de libertad en la comprensión de la aparente unicidad de la realidad para la evidencia autodesarrollada sobre el mundo. Estos refinados y formalizados en algo parecido a la ciencia en el empirismo, si no en una ciencia completamente avanzada, significa que lo autoevidente se extiende a la evidencia en dos sentidos.
En primer lugar, se trata de una integración interna únicamente. En segundo lugar, su posterior extensión externa, que se remonta a la integración interna y se filtra en lo evidente y también en su marco de referencia. Los marcos de referencia se fusionaron en una sola mente.
De ahí que lo "metafísico" signifique, en realidad, lo epistemológico por lo ontológico, aunque no sea capaz de percibir las reglas del universo. No es de arriba hacia abajo ni de abajo hacia arriba; está integrado internamente o no. La integración se produce dentro de un sistema capaz de hacerlo.
Naturalmente, esto excluye la metafísica y requiere la ontología y la epistemología como partes naturales del modo en que funciona el cosmos y de las mentes internas que lo componen, inevitablemente. La filosofía necesita una revisión y reconstrucción completas en este sentido. Además, lo axiológico simplemente significa los valores evolucionados o construidos de los organismos o mecanismos. Cosas que tienen o no importancia, es decir, que son valoradas o no, o que son valoradas de diferentes maneras y en diferentes grados.
Existencia significa un todo integrado del pasado, el presente y el futuro, que se despliega por su propia naturaleza. A veces, una separación entre el objeto y los sujetos con lo inevitablemente evidente en las subjetividades y luego lo ocasionalmente evidente (y las extensiones) con acoplamientos más amplios de sus mentes y el universo.